El kitesurf (deslizarse por el agua con una tabla mientras se es arrastrado por una vela de parapente) sigue sumando adeptos y los empresarios poderosos buscan alternativas para mantener su exclusividad.
Laguna Escondida, un parador con playas casi vírgenes que está a pocos kilómetros de la Laguna Garzón, en Uruguay, fue este verano el lugar que eligen los poderosos de Punta y sus familias para “jugar” con sus barriletes.
Este año, además, dio clases por primera vez Tobal Saubidet, el mejor kitesurfista del país. El mismo Saubidet sostiene que no hay sexo ni edad para practicarlo, que dejó de ser un deporte riesgoso y que cualquiera puede “volar”.
Fuente: Clarin
Articulo publicado en Destino Punta del Este.
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