Ir al contenido principal

Para mí, La Paloma



A veces, de atrevidos que somos, decimos que tenemos las mejores playas del mundo, lo cual es un disparate. Pero ¿a ver quién me niega que las nuestras abarcan todas las preferencias sin excepción?
Sin perjuicio de que hay para todos, el campeón mundial del cholulismo saldrá contentísimo de Punta del Este y a un tipo en las antípodas de lo fashion, como Landriscina, no lo movés del balneario Santa Ana en Colonia. Entre esos dos extremos tenés toda la gama imaginable. Sin embargo, si te fuerzan a elegir al balneario más yorugua, ¿por cuál te inclinarías?
Asumiendo riesgos, yo me inclinaría por La Paloma, aunque por las razones enumeradas, cada uruguayo no es que prefiera un balneario, sino que es fanático de ese lugar donde vio tantas puestas de sol y se le declaró a la primera novia. Una vez andaba bobeando por el pequeño y humilde Balneario San Luis y al ver un cartel de venta, fui a averiguar al boliche más próximo. “Antes de contestarle, me dijeron, ¿Qué méritos tiene usted para postularse como vecino? Mire que aquí somos muy rigurosos”. Si, era chiste, pero no vayas a creer… cada uno tiene su lugarcito preferido y no lo vas a convencer por más marketing que le propines ni tangas que le sacudas


La Paloma en 1531 a 1960

En la Wikipedia me encontré con esta perlita. Resulta que en 1531 una expedición portuguesa se internó en el Río de la Plata con la orden de tomar posesión. La encabezaba Martín Alfonso de Souza, quien llegó hasta la isla Martín García a la que bautizó Santa Ana y también se enteró de que a los españoles del fuerte San Salvador no les había ido muy bien en la conquista. Así que retrocedió hasta el Cabo Santa María, donde actualmente está La Paloma e iba a tomar posesión con todo el ceremonial, cuando se le ocurrió, a falta de un GPS,  corroborar astronómicamente su ubicación geográfica. Resultó que estaba del lado español del Tratado de Tordesillas y el amigo de Souza se quedó en el molde. Se ve que no era ni muy audaz ni muy tramposo, porque cosas peores que esas hubo en toda historia que se precie de ser humana. Pero esto corrobora la importancia histórica del Cabo Santa María. (http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_Argentina)

Muchos años fueron iluminados por el faro que antes avisaba a los navegantes de los riesgos rocosos del Cabo y ahora anuncia tangas de muchas latitudes. Corresponde destacar que hasta 1960 a ningún candidato se le ocurría andar pregonando que veraneaba en la ya rutilante Punta del Este. Más bien se compraban una casita no lujosa en La Paloma y presumían de pequeño burgués y eso es lo que para mí caracteriza a La Paloma como balneario auténticamente yorugua. No elegían Santa Ana, tampoco a Pirlápolis, era La Paloma la que daba el tono justo.
Por cierto que ahora pululan brasileños y argentinos, pero es que en los países hermanos hay muchos idénticos a nosotros en lo que respecta a la manera de ser. Es toda gente que no arma alboroto con una costosa fiesta, sino que convoca a un asadito donde cada cual aparece con su colita de cuadril o su fragante tintillo.


Quizá era esto lo que valoraba el usuario Edison de Castro cuando nos pidió un artículo sobre La Paloma. ¿Viste que no nos olvidamos?
El balneario dista 90 kilómetros de Punta del Este, aunque si algún día se completa la muy costera ruta 10, la distancia puede ser menor. ¿Sería un beneficio o un perjuicio? La distancia del Chuy son 160 kilómetros. ¿Qué significa todo esto? Pues que desde La Paloma y por la orilla del mar podés ir hasta el Cabo Polonio (no vayas con tu fitito porque la quedás), el bosque de ombúes de Valizas, un día nublado te podés tirar hasta la fortaleza de Santa Teresa o la de San Miguel y si tenés una recaída de cholulez te vas en un ratito a José Ignacio para codearte con las estrellas. ¿Querés el récord de la sencillez? Andá a Aguas Dulces a caminar por Gorlerito y cenar en el Comedor de Doña Tota.
Pero te va a costar salirte de La Paloma porque las atracciones locales son interminables. Alrededor del Faro se edificó lo que podría llamarse el “casco antiguo”, una zona alta desde la cual se divisa la minúscula isla “La Tuna” en el medio de la bahía. Se llama así porque una tuna es su única vegetación. Por ahí sale la Avenida Solari que es su calle principal, rodeada de preciosas viviendas de estilo alpino, para nada ostentosas. Y también por allí comienzan a desparramarse los hoteles, heladerías, restqaurantes, casinos, ferias artesanales y mucho más. Para llegar debiste bordear el Parque Andresito solo para descubrir que La Paloma fue desde siempre una atracción imperdible para los acampantes.


Aclaremos que no hay una sola La Paloma sino que hay tantas como quieras, a la vuelta de cada barrio o como se los quiera llamar. Como quien va para Montevideo, tenés zonas residenciales como La Balconada y El Cabito, un poco más tranqui. Hacia el Este tenés La Aguada y Costa Azul, Antoniópolis y Arachania, cada uno con su espíritu que no lo da la geografía sino las preferencias de los vecinos. Tenés que encontrar el que mejor encaja contigo y si tuidea es avecinarte, lo que te conviene es primero alquilar y conocer gente. ¿Qué hay que hacer para conocer gente en La Paloma? Nada, absolutamente nada, la conversación se inicia con cualquier cosa y no se detiene a menos que digas alguna imprudencia o alguna pavada.
Ni qué decir que cada barrio y cada playa tienen sus propias atracciones nocturnas, y en estás sí que está la competencia pues La Paloma es un balneario impresionantemente juvenil debido a las olas que llaman al surf, a sus boliches o andá a saber porqué, pues también es uno de los balnearios más aptos para veteranos.
Por más que hayas conseguido casa casi arriba del océano, te gustará recorrerlas todas solo por placer, o también porque el viento está fuerte o porque necesitás una playa adecuada para niños muy traviesos.


–La Balconada. Es una de las más famosas, ubicada en medio de dos puntas rocosas, ambas con diferente régimen de oleaje. Hacé tiempo hasta la puesta de sol.
–La Aguada, Costa Azul, Antoniópolis y Arachania. Estas son playas más tranquilas y familiares, también con diferencias que sabrás apreciar si te gustan los deportes acuáticos.
–Anaconda y Barra de la Laguna de Rocha. Son menos concurridas y más salvajes, con arena de blancura inolvidable y a veces un poco castigadas por el viento. Buenas para la pesca.
–El Cabito. Si tenés nenes chiquitos, esta es tu playa. Acá encontrarán pequeñas piscinas enmarcadas de rocas, a veces secas, a veces repletas de agua, pero siempre desbordantes de vida marina. No olvides el calderín ni el equipo de buceo.
–Solari, Zanja Honda, Playa de los Botes. Tienen todos los servicios, da gusto caminar por ellas junto al mar porque la arena suele ser firme y en la última de ellas se puede conseguir pescado recién sacado del mar.
–Bahía Grande y Bahía Chica. Si no te gusta el oleaje y si querés poder dormir una siesta sin riesgo de que los chiquitos se metan en problemas, estas son tus playas.


Habrás visto algunas fotos espectaculares. Lo que ocurre es que el único problema con La Paloma es que te podés convertir en fanático y colgar fotos como esas en SkyScraper City (http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=438519) , como hizo “Parlanchín” quien se califica a sí mismo como un “uruguayo típico” y a fé que lo es…
El resto de las fotos fue puesto a disposición de todos por amables usuarios en Google Heart y en TripAdvisor, donde encontramos montones de uruguayos aconsejando a extranjeros sobre cómo llegar a La Paloma, dónde alojarse, como evitar gastos innecesarios, etc. Es una colaboración usual en Internet, pero en el caso de La Paloma está por encima del estandar, lo que también demuestra quizá no que sea el balneario más yorugua, sino el Uruguay que todos quisiéramos.
Artículo publicado en El País.

Comentarios

La más vistas.

Los Humedales de los Arroyos Maldonado y San Carlos

La cuenca del Arroyo Maldonado desde su naciente hasta su desembocadura en el Océano Atlántico, ocupa aproximadamente 1.376 km². Tiene asociada una importante red de cauces, de los que se destacan en el Arroyo San Carlos y el propio Arroyo Maldonado, con una extensión desde la ruta 9 de aproximadamente 52 y 35 km respectivamente. Los humedales de los arroyos Maldonado y San Carlos se ubican en la parte centro-sur del Departamento de Maldonado y comprenden las llanuras de inundación tanto de sus cauces, como la de sus tributarios, cubriendo una superficie de algo más de 13.000 hectáreas. Las características de estos humedales presentan una muy marcada diferenciación de Sur a Norte, dado por el gradiente salino, que en la zona media-baja del Arroyo Maldonado, permite la existencia de un ambiente propio de marisma. Vegetación de la alameda En esta área se encuentra la vegetación típica de los montes ribereños como Pouteria salicifolia (matajos), Erythrina crista-galli (ceib

Piriápolis, nuestra ciudad mística

Directamente desde el Egipto faraónico hasta el balneario de Piria, dejando atrás a los caballeros templarios, los rosacruces y andá a saber cuántos otros misterios. ¿O creías que nuestro Uruguay laico hasta los tuétanos es impermeable a la mística? Si querés curarte de un golpe este preconcepto, anotate para una expedición contra el escepticismo conducida por Jorge Floriano, un investigador con libros publicados sobre el tema y citado por History Channel. Al final de este artículo encontrarás como participar de este tour que se realiza el domingo 9 de junio. No necesitarás llevar ningún talismán aunque algunas de las cosas que verás metan un poco de miedo; todo hace pensar que nuestros dos más famosos alquimistas, Francisco Piria y Humberto Pittamiglio, solo usaron los conocimientos que adquirieron para hacer el bien, nunca con propósitos malignos. Podrás negar todo lo que quieras, pero así como es tonto creer en todo lo que se dice, también es tonto negarlo sin tener prue

Falleció Carlos Páez Vilaró

El artista plástico uruguayo falleció este lunes a los 90 años en Casapueblo. Su familia se reúne en el lugar, donde resolverá dónde se le dará el último adiós.  Carlos Páez Vilaró, retratado por Ricardo Figueredo en noviembre de 2013.  Foto: El País.  Carlos Páez Vilaró nació en Montevideo el 1º de noviembre de 1923 y falleció este lunes 24 de febrero de 2014, a los 90 años en su escultura habitable Casapueblo. Páez Vilaró vivió en su juventud en Buenos Aires donde comenzó a desarrollarse como artista. Regresó a Uruguay en la década del 40, interesado en el tema del candombe y la comparsa afro-oriental y se vinculó al conventillo “Mediomundo”. En 1956 dirigió el Museo de Arte Moderno de Montevideo y fue secretario del Centro de artes populares del Uruguay en 1958. José Pedro Argul lo consideró un artista con “un desprejuicio sin par, un desparpajo ingenuo unido a una condición de trabajo excepcional y técnicas múltiples. LAS LLAMADAS, LOS ANDES Y CASAPUEBLO.  Vi