Entre los días 3 y el 5 de julio, en la ciudad alemana de Bonn, el Comité de Patrimonio Mundial de Unesco, integrado por 21 países, evaluará un total de 37 propuestas que aspiran a ser incluidas en la lista.
Entre ellas, el "Paisaje cultural industrial de Fray Bentos", donde a fines del siglo XIX la empresa alemana Liebig instaló el frigorífico, que paso a partir de 1924 a manos inglesas.
En representación de Uruguay viajarán a Alemania el embajador Carlos Barros, los arquitectos Carlos Schelotto y William Rey (en representación de la Comisión Nacional de Patrimonio y el Ministerio de Educación y Cultura) y el arquitecto Mauro Delgrosso, director del Museo de la Revolución Industrial de Fray Bentos.
En pocos días, Unesco incorporará el "Paisaje Industrial de Fray Bentos" al selecto grupo de lugares protegidos. Foto: P. Gómez |
El anuncio se conocerá entre el 5 y el 7 de julio.
"Estamos cerca de la decisión final. Unesco nos incluyó en la categoría de proyecto piloto, lo que mejora las perspectivas, y la confianza es aún mayor después de conocido el informe del Instituto Técnico del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios que fue elevado sin observaciones y recomendando que el sitio sea incluido", indicó Delgrosso.
El paisaje postulado comprende un total de 273 hectáreas que abarcan el coloso industrial conocido como "la cocina del mundo", los muelles sobre el río Uruguay, residencias de jerarcas, barrio obrero y lugares de esparcimiento donde convivieron personas que llegaron de unos 60 países y conformaron en Fray Bentos una sociedad cosmopolita.
"El país hizo los deberes como correspondía. Fue un trabajo de largo aliento y cierta complejidad que comenzó en enero de 2010 y ahora llega a su fin", informó Delgrosso a El País.
La fecha clave fue "el día que nos visitó Nuria Sanz, de Unesco, con una delegación importante. Presidencia prestó el helicóptero y eso posibilitó que pudieran estar todo un día en el sitio lo que facilitó el camino", expresó el director local del proyecto.
Con la nominación del proyecto piloto, Fray Bentos se aseguró que Unesco enviara a dos expertos que llegaron como tutores a formular recomendaciones .
El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Intendencia de Río Negro se encuentran coordinando la celebración por la declaración del Paisaje Industrial Fray Bentos como Patrimonio de la Humanidad. El martes 7 de julio autoridades nacionales y departamentales encabezadas por la ministra María Julia Muñoz, participarán de la "vigilia" en el histórico barrio Anglo. El extenso programa comprende una amplia variedad de números artísticos con entrada gratuita.
"También tendremos al arquitecto Mariano Arana que ha sido una figura clave desde su posición académica en todo este proceso, desde la valorización del sitio en la década de 1980 como un defensor activo del patrimonio, cuando en algún momento algunas instalaciones corrieron riesgo", informó Delgrosso.
En esa línea afirmó que se mantiene vivo "el recuerdo al ex-intendente Mario Carminatti que en 1987 tuvo la visión y decisión de impulsar la declaración del sitio como patrimonio nacional".
Increíble.
René Boretto, un investigador local, apasionado de la historia del Frigorífico Anglo, comenzó a trabajar hace tres décadas en una precisa recopilación de materiales y a hurgar en la historia de esta colosal fábrica fraybentina.
Viajó a Europa varias veces y en cada ocasión volvía más convencido del valor de este emprendimiento, "porque es único en el mundo en la forma que se ha conservado". Con ese convencimiento impulsó fuertemente la creación del Museo de la Revolución Industrial.
La inversión alemana después propiedad inglesa, posibilitó que el saladero Liebigs primero y el Anglo después, crearan durante un siglo y medio productos alimenticios de vanguardia para el mundo entero.
En 1863 el ingeniero alemán Georg Giebert eligió este rincón, con profundo puerto natural sobre el río Uruguay, para comenzar a desarrollar el aprovechamiento industrial del extracto de carne inventado por el químico Justus von Liebig, padre de la química orgánica.
Boretto cuenta que allí se inició "una carrera de algo más de 130 años que puso en órbita planetaria la marca Fray Bentos, que lucía en las latas del extracto de carne y en el afamado corned beef con que se alimentaba a las tropas de los ejércitos en innumerables conflictos bélicos, destacándose por sus dimensiones la primera y segunda guerras mundiales". El extracto fraybentino ocupó lugares preponderantes en trascendentes momentos de la historia contemporánea occidental. Hay quienes otorgan al éxito del producto, una influencia en los cambios socioculturales de alimentación.
Ese amargo concentrado, donde en un kilogramo del producto industrial, quedaban resumidos 32 kilos de pura pulpa de las vacas uruguayas, sirvió de primer alimento a los astronautas de Jules Verne, en su novela Au detour de la lune.
El concentrado tampoco dejó de demostrar su valía alimenticia y su fama al estar en todas las vituallas de los expedicionarios que dieron a conocer al mundo recónditos lugares de África Central, Groenlandia y hasta el mismo Polo Sur.
Boretto cuenta también que "Stanley lo utilizó en las selvas centroafricanas cuando fue a rescatar a Livingstone y que hasta John William Alcock y Arthur Whitten Brown lo consumieron durante el primer vuelo trasatlántico sin escalas (1919).
Posteriormente la esencia de la carne vacuna, con sus fibrinas y sustancias básicas, fue puesta en una máquina de origen suizo para hacer cubos de caldo: de esa forma los cubitos "OXO" habían nacido y se transformaron en un producto de consumo popular.
Las latas OXO (marca que aún hoy existe) resultaron infaltables y acaso imprescindibles en todos los hogares.
Llegado el amargo momento de la Primera Guerra Mundial, la empresa Liebigs dijo haber aportado 100 millones de cubos de caldo de carne para la alimentación de los soldados.
Eran enviados a las trincheras con un inteligente sistema de calentamiento con carbón que producía fuego pero no humo, con lo que el soldado en las trincheras tenía su caldo de carne caliente al instante.
Las guerras.
Los soldados neozelandeses decían que para referirse a algo que estaba "muy bien" lo catalogaban como "fribentos". El corned beef "Fray Bentos", cuya marca se oficializó ya en 1899, también generó un impacto emocional en los consumidores.
Cuando en 1917, el tanque F41 de los británicos, tuvo que llevar un sobrenombre, la tripulación de 9 soldados, no dudó en llamarle "Fray Bentos" porque se "sentían como carne enlatada de la que comemos todos los días" cuenta Boretto en sus diferentes publicaciones a lo largo de tres décadas.
"Lo mejor que pudo haberme pasado —escribe un veterano de la Primera Guerra— fue, primero, que no me mataran y segundo, haber tenido cada día esos maravillosos caldos Liebig en la trinchera". De acuerdo a la recopilación de Boretto, hay otras personas que consideran a Fray Bentos como un recuerdo entre amargo y dulce de las épocas de la guerra.
"Un embajador británico en Uruguay nos contaba una experiencia familiar en épocas de racionamiento en Londres: "Abrir una lata de corned beef Fray Bentos era una verdadera ceremonia, como la del té para los japoneses. Hasta que no estábamos todos sentados a la mesa, no se abría la lata. Y vaya si nos costaba hacerlo, porque era como romper un encanto mágico".
Civiles.
Ese recuerdo llevó a otro más reciente, que se conoció cuando se construía la fábrica de Botnia, también en Fray Bentos.
"Una señora, residente en Inglaterra, cuando su hijo le contó que viajaba a Uruguay para trabajar en la empresa finlandesa Botnia, le dijo:
—¡Dios quiera que Fray Bentos te haga tan feliz como me hizo a mí!.
—¿Cómo? Pero si tú nunca estuviste en Fray Bentos —le respondió su hijo. Y la madre, entre lágrimas, le contó por primera vez en su vida los dolorosos momentos que vivió de niña durante la Guerra: "Cuando sentíamos las sirenas de los ataques aéreos, sabíamos que debíamos correr hacia los refugios, con una lata de "Fray Bentos" en nuestras manos. Si no nos daba el tiempo para salir de casa, igualmente teníamos que escondernos debajo de la cama, pero siempre con la latita de "Fray Bentos" apretada contra mi pecho".
En el momento de mayor esplendor, la planta llegó a contar con la presencia de unos 4.500 trabajadores. La industria llegó a procesar cientos de productos de origen agropecuario, entre ellos mermeladas y dulces y otros enlatados, que alcanzaron aceptación internacional. río negro, unesco, frigorífico anglo, patrimonio de la humanidad, museo de la revolución industrial
La tecnología que ya no hay.
La industria creada para concentrar carne y sus derivados exigió los mayores esfuerzos tecnológicos de la época.
Aquel proyecto, creado por un técnico alemán en 1863, tuvo su período de auge en manos de capitales ingleses durante la primera y segunda guerras mundiales. El estado de conservación de gran parte del equipamiento utilizado en aquel tiempo, hace que la fábrica tenga un valor muy alto para el mundo entero.
El turismo internacional crecería 40%.
De acuerdo a datos remitidos por la propia Unesco, la ciudad de Fray Bentos podría incrementar en un 40% la presencia de turistas internacionales tras la declaración.
Se trata de un hecho significativo que tendrá un impacto positivo en materia de desarrollo y constituye todo un desafío para las autoridades locales.
"Esto se convierte en un punto de atracción turística y a su vez la ciudad irá acompañando con otras propuestas culturales y educativas como el funcionamiento de una universidad aquí mismo. Ofrece posibilidades de desarrollo en la medida que habrá una demanda creciente de servicios" consideró el director del Museo, Mauro Delgrosso
En tanto, la investigación histórica sobre el lugar llevó a localizar datos inesperados. Por ejemplo, hasta hace muy pocos años se desconocía que el carismático líder y fundador del Movimiento Scout Mundial, Sir Robert Baden-Powell, estuvo alojado en la residencia del gerente del Anglo, lo que motivó un encuentro internacional durante el último verano.
Hasta ese momento se sabía que era Buenos Aires el único lugar de Sudamérica que Baden Powell había visitado y ahora, cada año se realiza una especie de "peregrinaje" a la "casa del gerente" en el barrio Anglo.
Colonia del Sacramento, el tango y el candombe.
El Barrio Histórico de la Ciudad de Colonia del Sacramento es hasta ahora el único sitio de Uruguay considerado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco. La inscripción en la elevada lista se produjo en el año 1995. En tanto, en 2009 el "Candombe y su espacio sociocultural: una práctica comunitaria" fue aceptada como "Patrimonio Inmaterial de la Humanidad". Ese mismo año, el Tango alcanzó similar distinción; Argentina y Uruguay comparten el galardón.
Uruguay reclama la calidad patrimonial a otros sitios y obras: el Palacio Legislativo; el área insular y la bahía de Colonia del Sacramento; la Rambla de Montevideo; la arquitectura moderna del Siglo XX de la Ciudad de Montevideo; la obra del ingeniero Eladio Dieste y el Barrio Peñarol, incluyendo la ciudad vieja histórica y el paisaje industrial ferroviario.
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CANDIDATURAS.
Nominados.
La lista de postulantes para integrar la lista del Patrimonio de la Humanidad está compuesta por 37 lugares, cinco naturales, 31 culturales y uno "mixto".
Resistencia.
La capital provincial del Chaco (Argentina) reclama ser declarada Patrimonio Escultórico de la Humanidad por Unesco por las 608 obras que exhibe la ciudad de 500.000 habitantes.
Zempoala.
El acueducto del Padre Tembleque, una joya arquitectónica del siglo XVI construida entre las ciudades de Zempoala, Hidalgo y Otumba, en el estado de México (centro). Se trata de una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes de aquella época en el continente americano, diseñada por el fraile franciscano Francisco de Tembleque.
Álava.
El "Paisaje Cultural del Vino y el viñedo de La Rioja Alavesa" también busca su nominación, lo cual involucró el trabajo conjunto de 102 municipios de La Rioja y el Consejo Nacional de Patrimonio de España.
Buenos Aires.
El Filete Porteño, un estilo de cartelería característico de la ciudad, fue presentado como candidato a ser designado como Patrimonio Cultural.
Galicia.
El Camino de Santiago, la ruta que realizan los peregrinos rumbo a Santiago de Compostela, en España, es otro de los candidatos a ser elegido como Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Jamaica.
El Parque Nacional Blue and John Crow Mountains de Jamaica busca ser nombrado Patrimonio natural de la Humanidad.
Almacén.
Alemania presentó la llamada "Ciudad de almacenes" o Speicherstadt de Hamburgo, y la catedral de Naumburgo.
La lista de postulantes para integrar la lista del Patrimonio de la Humanidad está compuesta por 37 lugares, cinco naturales, 31 culturales y uno "mixto".
Resistencia.
La capital provincial del Chaco (Argentina) reclama ser declarada Patrimonio Escultórico de la Humanidad por Unesco por las 608 obras que exhibe la ciudad de 500.000 habitantes.
Zempoala.
El acueducto del Padre Tembleque, una joya arquitectónica del siglo XVI construida entre las ciudades de Zempoala, Hidalgo y Otumba, en el estado de México (centro). Se trata de una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes de aquella época en el continente americano, diseñada por el fraile franciscano Francisco de Tembleque.
Álava.
El "Paisaje Cultural del Vino y el viñedo de La Rioja Alavesa" también busca su nominación, lo cual involucró el trabajo conjunto de 102 municipios de La Rioja y el Consejo Nacional de Patrimonio de España.
Buenos Aires.
El Filete Porteño, un estilo de cartelería característico de la ciudad, fue presentado como candidato a ser designado como Patrimonio Cultural.
Galicia.
El Camino de Santiago, la ruta que realizan los peregrinos rumbo a Santiago de Compostela, en España, es otro de los candidatos a ser elegido como Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Jamaica.
El Parque Nacional Blue and John Crow Mountains de Jamaica busca ser nombrado Patrimonio natural de la Humanidad.
Almacén.
Alemania presentó la llamada "Ciudad de almacenes" o Speicherstadt de Hamburgo, y la catedral de Naumburgo.
Artículo publicado en: Montevideo Portal
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