Cuando a veces nadar o flotar no es suficiente, las playas de Punta del Este ofrecen una variedad amplia de entretenimientos y deportes acuáticos de todo tipo.
Con una temporada que parece cada vez más subtropical, con lluvias abruptas que luego se convierten en un día completamente soleado, la playa se ha convertido en un destino incierto para quienes deseen ir a reposar al sol y flotar en el mar.
Sin embargo, si hay algo en lo que las playas de Punta del Este y otros balnearios de Maldonado se han caracterizado es en ofrecer un sinfín de actividades didácticas y deportivas en el agua, apuntadas a aquellos que no le tienen miedo a unas pocas nubes amenazadoras.
Un paseo relajado
Una de las disciplinas que más ha aflorado en las costas y arroyos de Maldonado es el stand up paddle, deporte en el que las personas se paran arriba de una tabla y se trasladan gracias a la ayuda del remo y las olas. Debido a su aprendizaje relativamente sencillo, la actividad se ha popularizado a lo largo del mundo de manera rápida y en Uruguay ya hay cientos de adeptos. Es que al stand up paddle se le puede acercar como un pasatiempo relajante o como un deporte extremo, en el caso de los más expertos y sedientos por la adrenalina que ofrece la costa esteña.
Para quienes deseen practicarlo a lo largo de Maldonado se puede contactar al Club de Stand Up Paddle, una iniciativa que arrancó en 2013 como una reunión informal entre varios amigos deseosos de practicar y difundir este deporte. “Siempre hay alguna tabla y remo para prestar”, recita el sitio web de estos aficionados.
En la Escuela de Surf La Barra, donde el grupo suele reunirse, se brindan clases formales a cargo del joven campeón nacional de surf, Sebastián Olarte. Las clases cuestan $ 500 la hora y los primero 20 minutos se realizan clases teóricas arriba de la arena, y luego, tanto grandes como chicos pueden realizar clases para aprender rápidamente como dominar este deporte.
Según explicó Andrés Vernengo, integrante del club, el stand up paddle también se puede encontrar en el arroyo Maldonado o en la playa Mansa, cuya tranquilidad y oleaje parece ideal para los primerizos en la disciplina. Los miembros del club también hacen jornadas con escolares y en sus travesías suelen recoger envases y materiales plásticos del agua.
En la Bagus Surf School, ubicado en La Posta del Cangrejo en La Barra, también se dictan clases de stand up paddle, así como de bodyboard y surf. Las lecciones apuntan a todas las edades y niveles y también se alquilan equipos por el día, en el horario de 10.00 hasta las 19.30.
Los que prefieran disfrutar del agua sentados, pueden hacerlo mediante un recorrido en kayak a lo largo del arroyo Maldonado, donde varias personas suelen organizar travesías a través de Facebook en la página denominada Grupo de Travesías en Kayak Inflables.
Máxima velocidad y sorpresa
Si bien las motos de agua parecen haber perdido popularidad entre los turistas, hay algunos que todavía se inclinan por sentir la máxima velocidad posible arriba del agua. En parada 18 de la playa Mansa se encuentra la escuela náutica Daiquiri, donde se pueden alquilar motos de agua hasta el atardecer por un precio de $ 1.400 los 15 minutos, sin límite de tiempo total si uno desea prolongar su diversión.
Durante la temporada pasada, la escuela se hizo conocida por la implementación del flyboard, un deporte acuático de origen francés que se volvió la novedad del verano al permitir elevarse sobre el agua con una tabla propulsada por dos chorros de agua, pero que este año decidió no traerse por los costos que suponía, explicó Daniel Braga, integrante de la escuela.
En la parada 5 de la playa Mansa también se puede encontrar motos acuáticas para alquilar, así como el clásico banana boat, el inflable ideal para quienes no tengan miedo a ser arrojados al agua sin aviso alguno. Una ronda tiene un costo de US$ 10.
Los intrépidos
Desde la playa Brava hasta Manantiales y más allá se pueden encontrar varias escuelas de surf, donde familias enteras aprenden a remontar sus primeras olas. Si bien el stand up paddle se ha vuelto una novedad en los últimos años, el surfista y campeón uruguayo Juan Malek sostiene que “el surf es el surf” y su popularidad jamás decrecerá en el principal balneario.
A través de su escuela de surf instalada en La Olla, parada 3 de la playa Brava, Malek y otros profesores dictan clases de surf, stand up puddle, longboard y bodyboard. Siempre tomando las precauciones necesarias con el sol, la escuela del reconocido surfista se encuentra abierta hasta la hora 20.00 y apunta a brindar lecciones desde los 5 años en adelante.
Más allá de la Brava, muchos deportistas también suelen aprovechar los fuertes vientos costeros. Por eso no es raro encontrarse con velas y cometas multicolores surcando el agua y el cielo. Varias agrupaciones de kitesurfers pueden verse por José Ignacio en las pequeñas lagunas que se forman en la zona, mientras que los windsurfers son más proclives a navegar por la playa Mansa o la laguna Garzón, lo que demuestra el amplio abanico de actividades que se pueden realizar en el agua, más allá de barrenar olas o hacer la plancha.
Artículo publicado en: El Observador
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