Con una clara expansión basada en un creciente número de propuestas de nivel, el Turismo Rural en Uruguay es cada año más exitoso. Pero además, hoy podemos afirmar que el turismo rural, ecológico y sostenible es también una realidad. Desde hace más de una década el país trabaja en el incentivo para el desarrollo de propuestas en las que la sostenibilidad y la responsabilidad ecológica sean las protagonistas. Esos conceptos, que hace unos años parecían una utopía, en la actualidad son el objetivo al que nos dirigimos, ya que los turistas buscan cada vez más este tipo de alojamientos. Disfrutar de las inmensas superficies verdes del campo uruguayo, de su clima benévolo y de actividades recreativas que permitan gozar de recorridas, conociendo nuestra flora y fauna autóctona, es realmente fascinante. Pero saber, además, que la energía que se usa en el establecimiento, es autogenerada y que el manejo del agua y recursos naturales es cuidado con esmero, es un valor agregado a cualquier propuesta.
Los tiempos cambian, y nuestros clientes también. Hoy, la llegada de turistas con esta nueva filosofía de vida nos ha inspirado para instaurar en nuestra gente estos valores desde muy temprana edad. Sabemos que toda acción humana, -incluyendo la actividad turística- indefectiblemente tendrá un impacto en el medio. Pero el secreto está en minimizar ese impacto con acciones planificadas.
Además, el turismo tiene una fuerte incidencia es las comunidades, en la diversidad social y cultural. El turismo rural no está excluido de este hecho en ninguna parte del mundo. Por eso la nueva generación de productos rurales apuntan a integrar y potenciar estos elementos, generando valores con lo más sublime de cada comunidad: su cultura, su producción y su gente.
El crecimiento de alojamientos, sumados a la industria agropecuaria, incide directamente en las zonas rurales. Pero gracias a la iniciativa de numerosos inversores con visión vanguardista y el incentivo del Estado para trabajar desde el sector público y el privado para lograr la sostenibilidad de los proyectos, han dado como resultado exitosos productos y la concreción de proyectos que aúnan la magia del campo con la producción, y atractivas propuestas de circuitos de turismo gastronómico y de confort.
De esta forma, un turismo sostenible llegó para quedarse y sigue imponiéndose dentro de la oferta turística de Punta del Este, la región y todo el Uruguay.
Desde el norte del departamento de Maldonado, y en toda su extensa superficie, las posadas y hoteles de campo, bodegas y producciones de olivas y almendros, permiten acercarse a vivir una experiencia única, que van desde producir su propio aceite de oliva con aceitunas recién cosechadas, a degustar vinos, carnes y lácteos en el mismo establecimiento que se elaboran, y en muchos casos alojarse en la zona, con excelentes propuestas de actuvidades recreativas, y por supuesto, gastronomía de primer nivel.
Fuente: Punta del Este Official Book
Artículo publicado en: Destino Punta del Este.
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