Piriápolis es tierra, aire y mar.
Tierra donde se extraen las verduras y las especias cultivadas que condimentan los platos típicos de esta ciudad. Así como de viñedos, uno de los primeros emprendimientos de su fundador, o los olivares que el mismo Francisco Piria plantara. Una costa recortada con excelentes pesqueros repartidos a lo largo de sus 25 kilómetros aportan a la localidad mariscos seleccionados producto de su pesca artesanal.
Quien visita Piriápolis debe deleitarse con dos de sus platos emblemáticos: los tradicionales mejillones a la provenzal con vino blanco y la famosa paella, producto elegido por Destino Piriápolis para difundir nacional e internacionalmente. Viajando chefs locales y la diversidad de productos que brinda este destino, junto a la Paella Gigante promocional.
Articulo publicado en Destino Piriápolis.
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