El desfile de Llamadas, que se realizó el jueves y viernes, es una costumbre que hace vibrar cada vez a más gente
Es mucho más que un desfile. Es la culminación anual de una cultura, la expresión máxima de un sentimiento. Las Llamadas se convirtieron en actividad festiva de los días feriados: son famosas las del 6 de enero y las del 25 de agosto. Pero el desfile de febrero, con su competencia y el interés de las cámaras de televisión, son las más preparadas y esperadas por propios y turistas. Negros y lubolos (blancos disfrazados de negros) son la materia prima de una fiesta que mueve a lugareños y foráneos como muy pocas, y que tiene en el fervor de los tambores y la danza peculiaridades exclusivas de la tradición cultural uruguaya.
Articulo Publicado en El Observador.
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