UTE ahorró casi 8 millones de dólares como consecuencia de la implementación del décimo período de cambio de hora en el verano y verificó que durante los últimos nueve períodos el porcentaje de ahorro de energía se mantiene en 1,0 %. La empresa realizó una evaluación del beneficio ambiental y ahorro energético de esta medida establecida en 2004 y 2005 pero dispuesta automáticamente para cada año por el decreto 311/2006.
La gerencia de UTE evaluó el ahorro energético generado por el décimo período de horario de verano. El análisis incluyó estudio de los beneficios energéticos, económicos y ambientales desde el punto de vista de la demanda de energía eléctrica del sistema uruguayo, según el mismo criterio que se aplicó en los períodos anteriores.
En ese contexto, se ha verificado durante los últimos nueve períodos que el porcentaje de ahorro en energía se mantiene dentro del 1,0 %.
Para el período comprendido entre el 6 de octubre de 2013 y el 25 de febrero de 2014, durante el cual nuevamente se aplicó la medida, la estimación que se obtiene es de un ahorro del orden de 0,9 % en generación sobre el total de la energía demandada en el período y un 5,0 % sobre la energía demandada en el horario de punta (19:00 a 24:00 horas).
Estos valores representan un ahorro de energía en el período de aproximadamente 32.300 MWh que, evaluado al precio spot sancionado del sistema eléctrico uruguayo, representa para el país un ahorro de casi ocho millones de dólares.
Para la potencia, se estima un ahorro de 4,6 % referido a la potencia máxima del día medio, lo que significa una reducción de ese pico medio de potencia de 67 MW. Los ahorros mencionados se han obtenido a partir de curvas promedio diarias del sistema.
Informe final 2013-2014
Según las estimaciones de UTE, este ahorro en la generación es el equivalente al funcionamiento a pleno de la central Terra por diez días, la de Palmar por cuatro días, la quinta turbina de la central Batlle durante ocho días; la sexta, doce días y la de Punta del Tigre, por 5 días.
Por otra parte, como resultado del estudio de impacto ambiental que realizó el grupo de evaluación del horario de verano de UTE, se constató una importante reducción de emisiones que contribuyen a la reducción del efecto invernadero y reducen el impacto en la salud de la población: 2.669 toneladas de CO2 (anhídrido carbónico); 1 tonelada de CO (monóxido de carbono); 10,4 toneladas de óxido de nitrógeno (NOx), y 52 toneladas de dióxido de azufre (SO2).
Durante el período, UTE estimó una generación compuesta por un 77 % de centrales hidráulicas, 17 % de centrales térmicas y un 6 % a partir de fuentes renovables (eólica, biomasa y fotovoltaica).
Para el cálculo de la reducción de emisiones resultantes de la aplicación de la medida, se utilizó el valor del factor de emisiones de CO2 calculado a partir de la metodología que Naciones Unidas aplica a proyectos de eficiencia energética.
Como se recordará, por el decreto 311/2006 se estableció el cambio de hora legal a efectos de generar condiciones que conduzcan a un ahorro de energía, una mejora en el factor de carga diario y el desplazamiento del pico de consumo de verano.
En ese marco, se consolidó un sistema regular y previsible de implementación de este ajuste horario, y se dispuso el adelanto de 60 minutos de la hora oficial a las 02:00 del primer domingo de octubre y el retraso de sesenta minutos a las 02:00 del segundo domingo de marzo de cada año.
Artículo publicado en Presidencia.
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