Hay buenas perspectivas para los destinos tradicionales como las termas y Colonia
Termas del Daymán |
Luego de una temporada estival para el olvido, el sector turístico apronta baterías para una Semana Santa que no menguará la pálida performance de enero y febrero, pero que volverá a ser movida como en los últimos años, especialmente en los destinos más tradicionales por estas fechas: las termas en Paysandú y Salto, y Colonia del Sacramento. Los operadores se muestran optimistas a la espera de una buena afluencia del turismo interno y a que el buen tiempo, esta vez sí, acompañe. Los precios, especialmente en el este del país, son de media temporada.
En Salto las reservas para las termas de Arapey y Daymán se encuentran en torno al 90% y para los hoteles del centro de la ciudad en 70%. “Este es un promedio de toda la semana; ese porcentaje sube desde el jueves hacia delante”, dijo a El Observador, Álvaro Compa, director de Turismo de la Intendencia salteña. En estos días, “la semana más fuerte en turismo” para el departamento, esperan un público uruguayo, aunque nunca descartan a los argentinos que arriban sobre el fin de semana de Pascuas. Compa añadió que los precios los tienen “bastante controlados” y que solo han subido de la mano de los costos del país.
En el vecino del litoral, en Paysandú, las reservas en Guaviyú y en Almirón ya están casi a tope, en alrededor de un 80%. “Se va a completar en la semana. Veremos qué pasa con el camping, que con estas lluvias el arroyo está muy crecido” y deja menor espacio para los campamentos, señaló Alejandro Leites, presidente de la Cámara de Turismo sanducera. “Es una semana que siempre es buena, siempre se colman la ocupación”, dijo. En Paysandú tiene lugar la Semana de la Cerveza, la que comienza mañana en el predio ubicado en la costanera de la ciudad sobre el río Uruguay. Leites aseveró que los precios no subieron “mucho porque quedábamos muy caros para la región”.
En Colonia del Sacramento, en tanto, están “esperanzados en el turismo nacional”, donde “seguramente” el fin de semana largo haya un 100% de ocupación hotelera, aventuró Mario Peirano, operador y expresidente de la Asociación Turística del departamento. “Se espera mucha gente”, dijo. Además, como suele ocurrir estos días, se aguarda por el arribo de yates y veleros desde Argentina, desde donde llegarán muchos propietarios a “disfrutar de Colonia”, concluyó Peirano.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Uruguay, Juan Martínez, pronostica entre un 80% y 90% la ocupación hotelera promedio en las termas y en Colonia durante la Semana Santa, destinos por los cuales se muestra optimista. “El este algo va a haber pero no tiene la atracción de otras épocas”, dijo Martínez. Para las termas y en la capital coloniense estima que se verán copados por un público interno.
Martínez indicó que los precios “no solo se han mantenido”, sino que encuestas regionales ponen a Montevideo muy bien posicionado respecto a la región. “Tenemos un nivel similar en tarifas a Ecuador, Colombia, Rosario en Argentina, Santiago de Chile o Lima. Estamos competitivos con la región y más baratos que Asunción y que alguna ciudad de Brasil”, explicó. El problema, agregó, “pasa por los altos costos internos”.
El este, no tan mal
Punta del Este tuvo en enero una baja de 10% en la ocupación hotelera respecto al mismo mes del año pasado, según datos de la Asociación de Restoranes y Hoteles del balneario; y en febrero pasado esa ocupación desbarrancó casi 25% en relación a febrero de 2013. La falta de argentinos y el mal tiempo confeccionaron un mix difícil de enfrentar. Ahora, con Semana Santa, esperan remontar. En parte.
“Como marzo y abril han sido meses bastante más benévolos que febrero hacen pensar que quizás haya un movimiento interesante, sobre todo de turismo interno”, dijo a El Observador, Alberto Prandi, operador turístico del este. “Agregado a que ahora como son precios de media temporada, también se aguarda por una afluencia de público argentino”.
Con valores “netamente inferiores” a febrero, se tendrá un movimiento fuerte, necesario para la costa uruguaya, ahondó Prandi. “Esto igual no va a revertir una temporada que fue realmente muy mala”, aclaró el operador. Respecto a la situación de Argentina -ha realizado varios ajustes económicos en los últimos tiempos-, hoy se ha absorbido en buena parte la brecha cambiaria que hizo alejar a argentinos del verano uruguayo. “Eso va a ayudar sin duda alguna”, según Prandi.
En Piriápolis esperan, además de uruguayos, un “buen porcentaje de brasileños”, comentó Pablo Gasalla, presidente de la Asociación de Promoción Turística de Piriápolis (Aprotur). El buen nivel de reservas que tienen previsto para estos días –aún no tienen cifras oficiales–, estará supeditado a lo que suceda con las lluvias. “El uruguayo va a esperar hasta último momento para salir”, dijo Gasalla.
Los rochenses son otros que rezan para que en Semana Santa el sol acompañe. “Hay algunos lugares con bastante reservas, otras muy pocas. No son épocas de hacer reservas, si está lindo la gente viene. Si no, se va al campo o a las termas”, dijo Julio Silvera, secretario de la Corporación Rochense de Turismo y propietario de un hotel en La Paloma. Explicó que son contados los hoteles con reservas del 80% y que estos son los establecimientos más caros. Casi todas las reservas se dan en La Paloma. Esperan, como el resto de los destinos, por un público marcadamente uruguayo, el que “brilló por su ausencia” en la última etapa del verano.
En Salto las reservas para las termas de Arapey y Daymán se encuentran en torno al 90% y para los hoteles del centro de la ciudad en 70%. “Este es un promedio de toda la semana; ese porcentaje sube desde el jueves hacia delante”, dijo a El Observador, Álvaro Compa, director de Turismo de la Intendencia salteña. En estos días, “la semana más fuerte en turismo” para el departamento, esperan un público uruguayo, aunque nunca descartan a los argentinos que arriban sobre el fin de semana de Pascuas. Compa añadió que los precios los tienen “bastante controlados” y que solo han subido de la mano de los costos del país.
En el vecino del litoral, en Paysandú, las reservas en Guaviyú y en Almirón ya están casi a tope, en alrededor de un 80%. “Se va a completar en la semana. Veremos qué pasa con el camping, que con estas lluvias el arroyo está muy crecido” y deja menor espacio para los campamentos, señaló Alejandro Leites, presidente de la Cámara de Turismo sanducera. “Es una semana que siempre es buena, siempre se colman la ocupación”, dijo. En Paysandú tiene lugar la Semana de la Cerveza, la que comienza mañana en el predio ubicado en la costanera de la ciudad sobre el río Uruguay. Leites aseveró que los precios no subieron “mucho porque quedábamos muy caros para la región”.
En Colonia del Sacramento, en tanto, están “esperanzados en el turismo nacional”, donde “seguramente” el fin de semana largo haya un 100% de ocupación hotelera, aventuró Mario Peirano, operador y expresidente de la Asociación Turística del departamento. “Se espera mucha gente”, dijo. Además, como suele ocurrir estos días, se aguarda por el arribo de yates y veleros desde Argentina, desde donde llegarán muchos propietarios a “disfrutar de Colonia”, concluyó Peirano.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Uruguay, Juan Martínez, pronostica entre un 80% y 90% la ocupación hotelera promedio en las termas y en Colonia durante la Semana Santa, destinos por los cuales se muestra optimista. “El este algo va a haber pero no tiene la atracción de otras épocas”, dijo Martínez. Para las termas y en la capital coloniense estima que se verán copados por un público interno.
Martínez indicó que los precios “no solo se han mantenido”, sino que encuestas regionales ponen a Montevideo muy bien posicionado respecto a la región. “Tenemos un nivel similar en tarifas a Ecuador, Colombia, Rosario en Argentina, Santiago de Chile o Lima. Estamos competitivos con la región y más baratos que Asunción y que alguna ciudad de Brasil”, explicó. El problema, agregó, “pasa por los altos costos internos”.
El este, no tan mal
Punta del Este tuvo en enero una baja de 10% en la ocupación hotelera respecto al mismo mes del año pasado, según datos de la Asociación de Restoranes y Hoteles del balneario; y en febrero pasado esa ocupación desbarrancó casi 25% en relación a febrero de 2013. La falta de argentinos y el mal tiempo confeccionaron un mix difícil de enfrentar. Ahora, con Semana Santa, esperan remontar. En parte.
“Como marzo y abril han sido meses bastante más benévolos que febrero hacen pensar que quizás haya un movimiento interesante, sobre todo de turismo interno”, dijo a El Observador, Alberto Prandi, operador turístico del este. “Agregado a que ahora como son precios de media temporada, también se aguarda por una afluencia de público argentino”.
Con valores “netamente inferiores” a febrero, se tendrá un movimiento fuerte, necesario para la costa uruguaya, ahondó Prandi. “Esto igual no va a revertir una temporada que fue realmente muy mala”, aclaró el operador. Respecto a la situación de Argentina -ha realizado varios ajustes económicos en los últimos tiempos-, hoy se ha absorbido en buena parte la brecha cambiaria que hizo alejar a argentinos del verano uruguayo. “Eso va a ayudar sin duda alguna”, según Prandi.
En Piriápolis esperan, además de uruguayos, un “buen porcentaje de brasileños”, comentó Pablo Gasalla, presidente de la Asociación de Promoción Turística de Piriápolis (Aprotur). El buen nivel de reservas que tienen previsto para estos días –aún no tienen cifras oficiales–, estará supeditado a lo que suceda con las lluvias. “El uruguayo va a esperar hasta último momento para salir”, dijo Gasalla.
Los rochenses son otros que rezan para que en Semana Santa el sol acompañe. “Hay algunos lugares con bastante reservas, otras muy pocas. No son épocas de hacer reservas, si está lindo la gente viene. Si no, se va al campo o a las termas”, dijo Julio Silvera, secretario de la Corporación Rochense de Turismo y propietario de un hotel en La Paloma. Explicó que son contados los hoteles con reservas del 80% y que estos son los establecimientos más caros. Casi todas las reservas se dan en La Paloma. Esperan, como el resto de los destinos, por un público marcadamente uruguayo, el que “brilló por su ausencia” en la última etapa del verano.
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