LA VIOLINISTA URUGUAYA SILVANA LANFREDI SE PRESENTA EN EL AUDITORIO DEL SODRE
La violinista uruguaya Silvana Lanfredi se presenta los días 9 y 10 de marzo en el Auditorio Nacional del Sodre con el espectáculo "Tango Lovers", luego de haber tocado junto a Rod Stewart la semana pasada en el Estadio Centenario.
Desde que se fue a Miami hace tres años y medio, su nombre dejó de estar limitado al ámbito de la orquesta para abrirse hacia los terrenos de la música popular, conformando la banda estable de Ricardo Montaner desde hace seis meses y participando en los Premios Billboard y varios programas televisivos. "Acá estaba estable en la Orquesta Sinfónica del Sodre y en la Filarmónica, pero por un tema personal decidí mudarme para Miami", explicó Lanfredi en entrevista con El País.
"Al principio fue difícil porque no quería renunciar a los trabajos en Montevideo, pero era complicado coordinar las orquestas de acá con la Miami Symphony. Por un tiempo lo hice hasta que un día me dije: `no puedo estar yendo y viniendo más` y decidí renunciar acá. Me dio muchísima lástima pero valió la pena. Estoy muy agradecida a este país por las oportunidades que me dio desde el primer día hasta hoy".
Al llegar a Miami, Lanfredi descubrió que las orquestas no funcionan de la misma forma que en Montevideo, donde hay varios conciertos por mes y se descansa uno o dos meses. Allá, explicó, la temporada es de unos cinco meses al año. Esa misma inestabilidad fue justamente lo que la motivó a desplazarse hacia otros géneros musicales. "Hay muchos músicos que hacen otras carreras, pero yo dije `la voy a luchar y voy a conseguir para vivir de lo que me gusta`. Y bueno, lo estoy logrando".
En ese camino aparecieron Montaner y, la semana pasada, Rod Stewart. La artista se encontraba en Argentina cuando le llegó el ofrecimiento para tocar en el concierto, al que respondió inmediatamente que sí tras ajustar su agenda. "El show fue el martes y yo llegué el lunes a la noche. Todas las instrumentistas, siete en total, nos juntamos en el escenario para hacer una mini prueba de sonido y un ensayo, todo el mismo día, horas antes del show. La música sí la enviaron un mes antes para que cada uno pudiera estudiarla", cuenta Lanfredi, que estuvo sobre el escenario junto a Stewart interpretando cuatro temas, y no vaciló a la hora de destacar la buena disposición del músico británico detrás de escena. "Cuando terminó el show, las chicas pasamos por el camarín para saludarlo. Tuvimos un par de minutos para conversar. Él es súper simpático, profesional y serio".
La elección de Stewart de instrumentistas mujeres estuvo entre lo más comentado del show. ¿Qué es lo que se necesita para actuar con el músico? "Más allá de lo que se está diciendo, `una chica linda con la mini`, tuve que mandar currículum, video y audio por mail, porque yo en ese momento, cuando me contactaron, estaba en Estados Unidos", explica la violinista.
Pasando de su rol como invitada en el show de Stewart en el Estadio Centenario ante 12 mil personas, Lanfredi vuelve ahora a uno de sus tantos proyectos regulares. Tango Lovers- Enamorados del tango, que se presentará el 9 y 10 de marzo en el Auditorio Nacional del Sodre Dra. Adela Reta (con entradas disponibles en Red Uts, Red Pagos y Tienda Inglesa). Es un espectáculo de una enorme puesta escénica y musical que viene de gira por el resto del continente y junta a artistas radicados en varios países.
La propuesta se divide en dos partes: la primera se remite a la época dorada del tango, transportando a la audiencia a los años 40 y 50 con un juego de música, vestuario y escenografía. La segunda, en tanto, propone una visión moderna, diferente y vanguardista del tango, inspirada en las experiencias de las grandes ciudades del mundo, un enfoque cosmopolita que acompaña también las procedencias -Estados Unidos, Argentina, Uruguay- de los más de 20 artistas en escena.
El repertorio de TangoLovers está compuesto en total por una treintena de temas, gran parte de ellos bailados, otros con voz y también completamente instrumentales. De esta forma se genera un diálogo entre el tango de salón y el tango de escenario y se ponen en perspectiva todas las épocas de este género.
"La gira que hicimos en Estados Unidos fue algo impresionante, tuve la oportunidad de juntarme en el mismo escenario con músicos uruguayos que yo conocía desde muy chica", contó Lanfredi.
"La química que hay en escena es algo espectacular. Somos un quinteto (dos violines, contrabajo, bandoneón y piano) y también hay cinco parejas de baile.
Bajo la dirección general y vocal de Alfredo Lérida, quien fue galardonado con el premio de Artista de Tango del Año en Nueva York, el espectáculo llega a Montevideo tras haber pasado por varias ciudades de Sudamérica, Canadá y los Estados Unidos, que fueron afianzando la dinámica del show.
Marcos Ayala, ganador del campeonato mundial de Tango en Japón, es el primer bailarín del elenco, que también cuenta con el pianista y compositor Gustavo Casenave, nominado a los Grammy por su disco Tango Casenave (2012) y precedido por críticas muy elogiosas de medios como The New York Times. La cantante uruguaya Valeria Lima es otra de las presencias destacadas de Tango Lovers.
"Las coreografías que monta Marcos Ayala son algo espectacular. Realmente, a quien va a ver ese espectáculo, le llega al corazón. Y la música también. Yo lo siento en las venas".
"El violín es un placer más allá del género"
"Comencé con el piano a los cuatro años porque mi mamá es pianista y me daba clases ella misma. A los nueve empecé con el violín", contó Lanfredi, que acudió a la entrevista con El País acompañada por su violín.
"Siempre hice música clásica. Empecé con cursos en Brasil y Argentina hasta que entré en la Orquesta juvenil. Después seguí como músico extra en la Orquesta y la Filarmónica y más tarde concursé y gané el puesto estable en esas dos orquestas. También viví dos años en Porto Alegre tocando en la Orquesta Sinfónica", recordó, repasando su formación.
Desde su partida hacia Miami, Lanfredi ha vinculado su formación clásica con incursiones cada vez más frecuentes en géneros populares, con presentaciones masivas.
"Toda la vida, desde chica, hice música clásica. Por eso para mí fue fácil entrar en una orquesta", explicó. Sin embargo, tuvo que aprender a tocar el violín eléctrico, algo que a esta altura ya domina con facilidad. "El violín eléctrico es un poco más solista y uno tiene que hacer un espectáculo, moverse, bailar y sonreír, que es mucho más difícil. Al principio me costó porque no tiene nada que ver con el clásico. Uno tiene que tomar contacto con el instrumento, conocerlo".
Pero la pasión es siempre la misma. "No hay un género que diga `no me gusta`. Me llega la propuesta de tocar cualquier género y lo hago. Para mí tocar el violín es un placer, más allá del género".
Auditorio del Sodre. |
Artículo publicado en El País.
Comentarios
Publicar un comentario