Por María José González Hace poco le comenté a un amigo que tenía ganas de escribir algo sobre el almacén “del Chato” y en el momento me dijo: “¡Me encanta! ¡El km 0 de Aguas Dulces!!”. Tal cual, pensé, ¡qué buena definición! Gigante, sólido, con fortaleza de guapo, básico, sin adornos ni mimoserías. Es tan así que cuando alguien llega por primer vez a Aguas Dulces y pregunta a cualquier persona dónde queda un lugar, lo primero que se le va a decir es: “¿Viste dónde queda lo ‘del Chato’? Bueno, de ahí tantas cuadras para allá, o de ahí para el fondo, o doblas, o sigues, o te metes por la callecita…” ¡Lo impresionante es que para los de acá también es el Km 0!, y creo que sin lugar a dudas merece tener ese mojón. Después viene lo otro, lo jugoso…y es que ese gigante hecho para almacén le dió el resto para mucho más ! en sus años mozos fue barraca, bar, carnicería restaurante, peluquería! Inmenso, con buen cimiento, con ladrillos del mejor horno, techo de estructura in