Ir al contenido principal

Cabo Polonio por Leonardo Ciro


FOTOGRÁFICAMENTE, UN LUGAR INAGOTABLE


Un fotógrafo profesional nos muestra parte de su trabajo en este encantador lugar de la costa oceánica, donde los vientos moldean permanentemente un paisaje que vale la pena fotografiar.


Perfil: Leonardo Ciro
Fotógrafo del Ministerio de Turismo y Deporte, y del Estudio Orrego. Está comenzando la tesis de fin de carrera de la Licenciatura en Fotografía, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de la República.
Fue al Cabo Polonio en 1989 y se enamoró del lugar. Desde 1997 va regularmente varias veces al año, y siempre con su cámara.


El peine de los vientos
Para Leo, el Polonio tiene “características únicas en la costa: es un lugar introducido en el mar, no hay luz eléctrica, y está rodeado de una naturaleza fascinante, donde los vientos están de forma permanente”.


El Faro: una presencia inevitable
“Si no estuviera el Faro, no sería exactamente el Polonio”, resume en forma contundente la importancia de esta elevada construcción. Junto con el Cerro de la Buena Vista, “son los dos puntos que permiten tener una visión de lo que es el Cabo Polonio en toda su amplitud”.


Fotos en las cuatro estaciones
Si bien el destino Cabo Polonio se suele asociar con verano y playa, lo cierto es que se puede ir a hacer fotos todo el año, porque “es un lugar inagotable fotográficamente”. Y Leo explica por qué en cada estación.


El Cabo en otoño
La transformación empieza a acentuar los cambios de una estación a otra, y el viento sopla más fuerte hasta el extremo del invierno.


El Cabo en invierno
Los vientos intensos generan movimientos y formas en la arena, a lo que se suma la lluvia, para dibujar paisajes cambiantes.


El Cabo en primavera
Es el momento de las flores silvestres, cuando todo está brotado y hay colores increíbles.


El Cabo en verano
Los atardeceres son más amplios, teniendo mucho más tiempo para fotografiarlos.


5 momentos mágicos
  • En el Polonio “nunca hay un día igual al otro debido a la impactante naturaleza”, no se cansa de repetir Leo, que señala cinco momentos imperdibles para tener a mano una cámara de fotos:
  • Entre fines de diciembre y principios de enero cuando el sol se oculta en el mar.
  • Hay unos días en febrero que la gente del Polonio se junta para ver la puesta del sol y la salida de la luna a la vez.
  • En las noches que se puede apreciar la Vía Láctea en su máxima expresión.
  • Las dunas con luna llena, que parecen totalmente un paisaje lunar.

·         Cuando se ven las noctilucas (esos bichitos de luz que viven en el mar).


Datos útiles
Fotógrafo: Leonardo Ciro
Fotos tomadas con: Nikon D300
Contacto: 
leonardociro@gmail.com 

Cabo Polonio: departamento de Rocha, Ruta 10, km 264.500.


Artículo publicado en Montevideo Portal.











Comentarios

La más vistas.

Los Humedales de los Arroyos Maldonado y San Carlos

La cuenca del Arroyo Maldonado desde su naciente hasta su desembocadura en el Océano Atlántico, ocupa aproximadamente 1.376 km². Tiene asociada una importante red de cauces, de los que se destacan en el Arroyo San Carlos y el propio Arroyo Maldonado, con una extensión desde la ruta 9 de aproximadamente 52 y 35 km respectivamente. Los humedales de los arroyos Maldonado y San Carlos se ubican en la parte centro-sur del Departamento de Maldonado y comprenden las llanuras de inundación tanto de sus cauces, como la de sus tributarios, cubriendo una superficie de algo más de 13.000 hectáreas. Las características de estos humedales presentan una muy marcada diferenciación de Sur a Norte, dado por el gradiente salino, que en la zona media-baja del Arroyo Maldonado, permite la existencia de un ambiente propio de marisma. Vegetación de la alameda En esta área se encuentra la vegetación típica de los montes ribereños como Pouteria salicifolia (matajos), Erythrina crista-galli (ceib

Un poco de Historia...

La ciudad de Piriápolis ubicada en el departamento de Maldonado a 40 km de la capital departamental y a 98 km de Montevideo, se construyó sobre los pilares que fundó Francisco Piria en noviembre de 1890 cuando oficializó la compra de campos al sur del Cerro Pan de Azúcar, con el propósito claro de construir una ciudad para el turismo. El verde Destino Piriápolis baña sus 20 km de costa, abrazada por cerros que sirven de marco a la ciudad. Enriquecido por el carisma de su gente, sus riquezas gastronómicas, su historia y su misticismo, este destino invita a recorrerlo, interpretarlo, vivirlo. Piriápolis es un destino para la familia, para los amantes de la naturaleza, la historia, los deportes, los eventos y de los tesoros que rodean la alquimia. Piriápolis fue creado del esfuerzo, tesón, amor e imaginación de un visionario, un Julio Verne moderno, Don Francisco Piria Grossi. Hijo de un marino mercantil, nació en Montevideo en 1847, el 21 de agosto. A los 5 años fue enviado a

Piriápolis, nuestra ciudad mística

Directamente desde el Egipto faraónico hasta el balneario de Piria, dejando atrás a los caballeros templarios, los rosacruces y andá a saber cuántos otros misterios. ¿O creías que nuestro Uruguay laico hasta los tuétanos es impermeable a la mística? Si querés curarte de un golpe este preconcepto, anotate para una expedición contra el escepticismo conducida por Jorge Floriano, un investigador con libros publicados sobre el tema y citado por History Channel. Al final de este artículo encontrarás como participar de este tour que se realiza el domingo 9 de junio. No necesitarás llevar ningún talismán aunque algunas de las cosas que verás metan un poco de miedo; todo hace pensar que nuestros dos más famosos alquimistas, Francisco Piria y Humberto Pittamiglio, solo usaron los conocimientos que adquirieron para hacer el bien, nunca con propósitos malignos. Podrás negar todo lo que quieras, pero así como es tonto creer en todo lo que se dice, también es tonto negarlo sin tener prue