SAN PATRICIO
Una vez al año, la ciudad se ve invadida por uruguayos disfrazados con prendas de color verde y varios vasos de cerveza en sus manos
Tréboles de cuatro hojas, los más finos whiskys, las más deliciosas cervezas, un montón de duendes o leprechauns (duendes) corriendo por un arcoiris y hasta la banda U2. Estos son sólo algunos de los elementos más “tradicionales” que a uno se le puede ocurrir si hace rápidamente una lluvia de ideas sobre Irlanda.
No es de extrañar que varios de ellos sean vistos o nombrados por la ciudad el lunes, cuando, como desde hace una década, Uruguay se una a la celebración mundial por el Día de San Patricio.
Vale la pena conocer un poco de la historia detrás de la persona por las que miles levantan su vaso cada 17 de marzo.
Si bien su figura es uno de los íconos más reconocidos de Irlanda, San Patricio nació en Gran Bretaña, entre los años 377 y 385, bajo el nombre Maewyn Succat.
Aunque durante su adolescencia él se consideraba un pagano, terminó convirtiéndose en uno de los santos patronos más famosos de la historia, en parte por sus coloridas y míticas hazañas –como liberar a toda Irlanda de las serpientes- así como por las festividades que se realizan año a año en su nombre en todo el mundo.
Fue durante sus años como esclavo de unos irlandeses que se convirtió al cristianismo. Tras escapar de su esclavitud y volver a su hogar, empezó sus estudios en el monasterio. Allí, decidió que su llamado en la vida era convertir a los paganos al cristianismo y tras adoptar su nombre cristiano, Patricio, viajó por toda Irlanda construyendo escuelas, iglesias y monasterios. San Patricio fue canonizando y posteriormente convertido en santo por la Iglesia Católica en el siglo XII, mucho tiempo después de su muerte, que se cree un 17 de marzo de 457. Hoy, el legado de San Patricio ha sido opacado por una celebración que parece exportarse cada vez más por el mundo. Personas de diversas religiones no dudan en celebrar una fiesta que invita a vestirse de verde y disfrutar de la comida y bebida irlandesa con amigos y, why not, desconocidos.
Vale la pena conocer un poco de la historia detrás de la persona por las que miles levantan su vaso cada 17 de marzo.
Si bien su figura es uno de los íconos más reconocidos de Irlanda, San Patricio nació en Gran Bretaña, entre los años 377 y 385, bajo el nombre Maewyn Succat.
Aunque durante su adolescencia él se consideraba un pagano, terminó convirtiéndose en uno de los santos patronos más famosos de la historia, en parte por sus coloridas y míticas hazañas –como liberar a toda Irlanda de las serpientes- así como por las festividades que se realizan año a año en su nombre en todo el mundo.
Fue durante sus años como esclavo de unos irlandeses que se convirtió al cristianismo. Tras escapar de su esclavitud y volver a su hogar, empezó sus estudios en el monasterio. Allí, decidió que su llamado en la vida era convertir a los paganos al cristianismo y tras adoptar su nombre cristiano, Patricio, viajó por toda Irlanda construyendo escuelas, iglesias y monasterios. San Patricio fue canonizando y posteriormente convertido en santo por la Iglesia Católica en el siglo XII, mucho tiempo después de su muerte, que se cree un 17 de marzo de 457. Hoy, el legado de San Patricio ha sido opacado por una celebración que parece exportarse cada vez más por el mundo. Personas de diversas religiones no dudan en celebrar una fiesta que invita a vestirse de verde y disfrutar de la comida y bebida irlandesa con amigos y, why not, desconocidos.
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